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Libertad de expresión y Derechos Humanos / Gerardo Pérez Muñoz
Por María Elena Olvera
Publicado en 16/12/2025 12:00
Derechos Humanos e indígenas
El odio y la impunidad cercan a una libertad de prensa más amenazada que nunca Anuncio bajo autor Una prensa cínica, mercenaria y demo cínico, agógica producirá un pueblmercenario y demagógico. Joseph Pulitzer

 

Gerardo Pérez Muñoz

El odio y la impunidad cercan a una libertad de prensa más amenazada que nunca

Una prensa cínica, mercenaria y demagógica producirá un pueblo cínico, mercenario y demagógico. Joseph Pulitzer

Hace setenta y cinco años y como producto de la barbarie de la segunda guerra mundial con sus horrores de los hornos crematorios, la persecución a los diferentes (gitanos, comunistas, judíos), la tortura y la megalomanía de un tirano que le vendió la idea a su pueblo de entronizar a los arios como una raza superior, la incipiente Organización de Naciones Unidas, actualmente en franca decadencia, proclamó y emitió la Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH). Esta declaración tiene en su centro la reivindicación y defensa de la dignidad intrínseca de todo ser humano, independientemente de su raza, sexo, nacionalidad, condición social, religión, entre otros y sustentada a los siguientes principios: Universalidad, indivisibilidad, interdependencia, progresividad, igualdad y no discriminación y libertad y seguridad. Si nos detenemos a mirar el mundo actual, nos daremos cuenta que vivimos en un mundo muy alejado de lo planteado en el artículo 28 de la DUDH.

Contradictoriamente, esta declaración se dio en el mismo año que inició la invasión del territorio Palestino por parte de Israel, con aprobación tanto de la ONU (1947, Resolución 181 de la ONU), como de las principales potencias que emergieron de la segunda guerra mundial (URSS, Estados Unidos, Reino Unido); con ello daba comienzo la Nakba (catástrofe), el apartheid y en particular el genocidio sistemático y programado del gobierno sionista y genocida de Israel en contra del pueblo Palestino, hasta nuestros días. Desafortunadamente, en los tiempos del capitalismo bárbaro que vivimos, la declaración con sus treinta artículos, se ha convertido en simple papel mojado y borroso, para el actual neocolonialismo e imperialismos, que padece el mundo y las nuevas formas de control social, político, mediático, financiero, militar y cognitivo.

Dada la situación, tanto nacional como estatal, sobre la violación a los derechos humanos, en particular, en lo que concierne a la libertad de expresión y opinión, con varios procesos abiertos en contra de algunos medios y periodistas poblanos, por ejemplo, los cuatro periodistas y medios que fueron denunciados por darle voz a la Dra. Gabriela Molina que denuncio un mala manejo de plazas en la UPN, o el citatorio por parte de la Fiscalía del Estado al director de e-consulta, Rodolfo Ruíz, vale la pena reivindicar la letra y el espíritu del artículo 19 de la DUDH que nos habla del derecho que tenemos todas y todos los ciudadanos a expresarnos y a opinar, a no ser molestados por nuestras opiniones y a difundirla por todos los medios de expresión; derechos que están en entredicho en nuestra entidad. Derecho protegido también en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (1966), derecho plasmado en el artículo 13 de la Convención Americana de Derechos Humanos y en el artículo séptimo constitucional en el cual también se menciona que está prohibida la censura previa. La libertad de expresión, es condición necesaria para el ejercicio de otros derechos tales como el de información, transparencia o la exigencia de rendición de cuentas a los gobernantes, políticos y representantes populares.  

La relación de la prensa con el poder en no pocas ocasiones ha sido ríspida, de plena sumisión o de clara confrontación contra el detentador del poder en turno, piénsese en el periódico Regeneración de los hermanos Flores Magón, El Machete y Oposición, periódicos del Partido Comunista Mexicano, Madera de la Liga Comunista 23 de Septiembre y más cerca de nuestros días, el Excelsior y Proceso en su primera época, ambos dirigidos por don Julio Scherer, entre otros medios. Sin el papel de estos medios en contra del autoritarismo y la antidemocracia del sistema priista, no podríamos explicarnos y entender nuestros derechos y libertades actuales. Históricamente el poder quiere una prensa sumisa, turíferaria, aduladora, vacía y no una prensa crítica que le sirva a la sociedad, sobre todos a los más pobres y desvalidos y que cuenta de lo que pasa a nivel de piso y no sea simple correa de transmisión entre las élites políticas o económicas; que le de voz a los sin voz, a los pueblos y sectores oprimidos, excluidos, invisibilizados. Necesitamos una prensa que visibilice las demandas de estos sectores frente al poder. Es difícil hablar de una sociedad plenamente democrática, sin una prensa y periodistas críticos con nuestra realidad. Desafortunadamente no siempre ha sido así, tanto por algunos directores de medios que mañosamente confunden contratos de publicidad con la venta total de la línea editorial, la consciencia y la dignidad

Fuente: https://mundonuestro.mx/content/2025-12-15/libertad-de-expresion-y-derechos-humanos-gerardo-perez-munoz/

 

 

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